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Cómo cuidar los labios y la nariz de los más pequeños

Cuando pensamos en el cuidado de la piel, a veces nos enfocamos en los adultos y olvidamos que los niños también necesitan atención especial, especialmente en áreas delicadas como los labios y la nariz con la llegada del buen tiempo.

Seguro que más de una vez has visto a tu peque con los labios resecos o la nariz roja después de un día de juegos en el parque o tras pasar un resfriado. La piel infantil es más frágil y se irrita con facilidad, por eso es importante establecer desde una edad temprana hábitos de cuidado.

En este artículo veremos por qué la piel de los niños es más sensible, cómo proteger sus labios y nariz del cambio de temperatura y cómo aplicar bálsamos a los peques sin que sea una batalla. ¡Empezamos!

¿Por qué la piel de los niños es más sensible?

La piel de los bebés y niños tiene características diferentes a la de los adultos, lo que la hace más vulnerable. Para empezar, es mucho más fina: la capa externa es más delgada y sus barrera cutánea aún se están desarrollando. Esto significa que pierde humedad con más facilidad y que los irritantes externos como el cambio de temperatura o la fricción empiezan a afectarla antes.

Además, la piel infantil produce menos grasas naturales,ya que las glándulas sebáceas no están completamente desarrolladas. Esta grasa tiene una función protectora e hidratante, por lo que, al ser menor, los labios de los niños tiende a resecarse con mayor facilidad que los de los adultos.

Por si fuera poco, los peques a menudo no colaboran en el cuidado: se tocan la nariz con las manos sucias o se lamen los labios si los sienten secos, algo que no se debe hacer porque empeora la sequedad. En los bebés, la saliva constante al babear o el uso del chupete mantiene la zona alrededor de la boca húmeda e irritada.

Todos estos comportamientos naturales de la infancia hacen que la nariz y la boca de los niños requieran un cuidado extra por parte de los adultos.

Protección de labios y nariz de los peques con el buen tiempo

Los cambios de tiempo y las alergias afectan a los niños tanto o más que a los adultos. Veamos cómo protegerlos de estos factores.

Cambios de temperatura y viento: labios en situación de inestabilidad

En primavera a veces hay días de viento, es común que tu hijo acabe con labios partidos y mejillas rojitas.

Para protegerlos, antes de salir de casa aplica una capa de bálsamo labial pediátrico en los labios de tu peque. Suelen ser fórmulas muy hidratantes, sin ingredientes que puedan picar.

Si hace un día inestable, cubre la boca y nariz del niño con una braga de cuello o bufanda suave; esto crea un microclima cálido y húmedo que impide que el aire más fresco golpee directamente la piel. Durante el paseo, evita que se humedezca los labios con la lengua y al volver a casa, si notas sus labios muy secos, aplica otra vez bálsamo para ayudar a la piel a recuperarse.

Alergias y resfriados: cuidar la nariz de los peques

Los niños suelen padecer resfriados con frecuencia y algunos también sufren alergias estacionales. En cualquiera de los dos casos, la consecuencia típica es la nariz irritada: mucosidad constante, sonarse a menudo o frotarse la nariz porque pica. La piel alrededor de las fosas nasales se enrojece y se seca.

Intenta secarles la nariz con un pañuelo de tela suave, sin frotar. En niños mayores, enséñales a sonar la nariz con delicadeza, de un orificio a la vez, en lugar de apretar fuerte. Piensa que muchos peques soplan con todas sus fuerzas, lo que irrita más la piel y hasta puede dolerles el oído.

Un truco importante: aplica un bálsamo especial para nariz o un poquito de vaselina en la piel, justo debajo de las fosas nasales. Hazlo especialmente antes de dormir, para que la piel esté protegida durante la noche. Así evitarás que la nariz se ponga como un tomate después de unos días de mocos.

Si con la llegada del buen tiempo tu hijo tiene alergia primaveral, además de lo anterior, intenta mantener su carita limpia de polen cuando volváis de la calle: lavar las manos y la cara con agua fresca, labios y nariz incluidos. De este modo, ayudarás a retirar restos de polen que puedan quedar y causar irritación.

Hábitos diarios para mantener sus labios y nariz sanos

Más allá de las medidas puntuales con el clima o las alergias, hay una serie de hábitos cotidianos que contribuirán a que los labios y la nariz de tus hijos estén sanos y sin molestias:

Hidratación por dentro y por fuera

Un niño bien hidratado es un niño con piel más sana. Asegúrate de que tu pequeño bebe suficiente agua a lo largo del día. Recuerda ofrecerles de vez en cuando mientras están jugando en exterior. Aparte de un buen vaso de agua, puedes incorporar frutas jugosas (sandía, naranja, melón) y verduras; que no solo hidratan, también aportan vitaminas clave para la piel.

En cuanto a la hidratación por fuera, puedes aprovechar para transmitirles el hábito de incorporar un bálsamo labial natural como parte de su rutina diaria. Por ejemplo, después de cepillarse los dientes por la mañana, el siguiente paso podría ser ponerse un poquito de bálsamo en los labios. Puedes ayudarlos tú o, si ya son más grandes, dejar que lo intenten ellos solos bajo tu supervisión.

Pequeñas rutinas de higiene y cuidado

Para tener unos labios y nariz protegidos, basta con tener presente su cuidado en el día a día. A continuación, vamos a repasar algunos hábitos que puedes enseñar a tus hijos.

  • No compartir bálsamos labiales: asegúrate de que no lo comparta con sus hermanos o entre amigos; cada uno debe tener el suyo para evitar el intercambio de gérmenes.
  • Limpieza en las comidas: ve limpiando regularmente alrededor de su boca con un paño suave para quitar restos de comida que pueda irritar la piel. Ten presente que algunos alimentos ácidos como el tomate o cítricos pueden causar rojeces si quedan mucho tiempo en contacto con la barbilla o labios.
  • Rutina nocturna: antes de dormir, asegúrate de que se laven la carita con agua tibia, eliminando suciedad del día y luego aplica una crema hidratante suave en las zonas que tienden a secarse.

Con paciencia, cariño y estos consejos, lograrás que el cuidado de los labios y la nariz de tus hijos sea parte natural de su día a día. Ellos estarán más cómodos y tú tendrás una mayor tranquilidad sabiendo que los proteges.

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A disfrutar del buen tiempo!

Tus labios te piden LETIbalm.