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El impacto de la piel en la infancia, un desafío más allá de lo físico
Cuando pensamos en la salud de los niños, cuidamos su alimentación, su desarrollo y que crezcan en un entorno seguro para su bienestar. Sin embargo, hay un aspecto crucial que, cuando se ve afectado, impacta profundamente en su estado emocional y social. Es la salud de su piel.
Enfermedades como la dermatitis atópica exigen una atención que no se limita a las cremas y los tratamientos. Necesitan acompañamiento emocional y la comprensión de quienes les rodean. Cuidar su piel y cuidar cómo se sienten son dos aspectos que deben ir de la mano.
Lo que no se ve: el estigma y el acoso
Las patologías cutáneas son a menudo evidentes, y esta visibilidad, sumada a la falta de información en el entorno social, genera estigma. La realidad a la que se enfrentan muchos menores es difícil. Por ejemplo, en el caso de la dermatitis atópica, cuatro de cada diez niños llegan a sufrir acoso escolar (bullying) solo por la apariencia de su piel. Son niños que, a causa del desconocimiento sobre una enfermedad que no es contagiosa, pueden ser apartados, señalados o incluso insultados.
“Esculturas Atópicas” es arte para generar conciencia
Para dar visibilidad a esta situación y promover la empatía desde la educación, LETI Pharma ha impulsado la iniciativa “Esculturas Atópicas”. Se trata de una acción que utiliza el arte para generar conciencia social y mostrar el efecto que la falta de información puede tener en la salud emocional de los pacientes. La instalación está formada por esculturas infantiles inspiradas en estas vivencias reales. Cada una representa historias de exclusión, pero también de superación. Con esto se busca generar un cambio de mirada hacia quienes viven con estas enfermedades. Carla, Juan, María y Miguel dan vida a este proyecto.
En el caso de Carla, de 11 años, las heridas de su piel provocaban la risa de sus compañeros y le llegó a afectar tanto que tuvo que repetir curso. Algo parecido le sucedió a María que, a pesar de disfrutar del verano, no podía vestir pantalón corto porque sus lesiones se veían y el resto de niños se burlaban.
Juan, de 14 años, tuvo que dejar el equipo de fútbol, su pasión, porque al salir a jugar le llamaban monstruo, y Miguel, con 8, se veía forzado a jugar solo en el recreo, su momento favorito del día, porque el resto temían ser contagiados por su enfermedad.
LETI Pharma ha lanzado esta acción como una forma de compromiso social. Porque, siendo conscientes de que no se puede eliminar la enfermedad, sí se puede contribuir a reducir el estigma y el impacto sociológico negativo que tiene en los niños.
Formación e información para acabar con el estigma
El conocimiento es clave para mejorar la convivencia y reducir los prejuicios. La educación sobre las patologías de la piel, tanto en el hogar como en los colegios, es lo que permite entender la enfermedad, desmentir mitos y potenciar la empatía.
Es esencial que la información no solo llegue a las familias de los pacientes, sino también al resto del entorno escolar, para que puedan cambiar su perspectiva y tengan una actitud positiva hacia los pacientes.
La meta es romper los prejuicios y promover un diálogo social de respeto y comprensión. Solo así podremos asegurar que el cuidado de la piel y el cuidado emocional trabajen juntos para mejorar la vida de los niños.
