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Los productos que no pueden faltar a tu Piel Seca
La conservación del manto lipídico de la piel y el estado de hidratación de nuestra piel son esenciales para el buen funcionamiento de la función barrera. La piel seca y deshidratada es más vulnerable a los agentes externos, por lo que se irrita con facilidad, se inflama y nos molesta.
Las cremas para la piel seca deben reponer los lípidos de la piel, sellándola en su superficie y evitando la pérdida de agua a través de la epidermis. Elegir una buena crema es esencial para conseguir estos objetivos.
¿Qué es la piel seca?
Definimos la piel seca como la piel que carece de los componentes que mantienen la cubierta lipídica (o manto graso) intacta, y pierde el grado de hidratación natural.
El manto lipídico sella las uniones entre las células de la piel y lo aísla de las agresiones externas, previniendo la pérdida de agua a través de la piel.
La piel seca se caracteriza por su tono apagado y su textura áspera. Suele acompañarse de una descamación fina y blanquecina, aunque en los casos más graves las escamas son de mayor tamaño, más oscuras y a veces aparecen fisuras. La piel seca suele ocasionar síntomas como tirantez, picor o escozor, y es fácilmente irritable.
¿Por qué tengo la piel seca?
Las causas de la piel seca son diversas y a veces coexisten, agravando los síntomas. Algunas de las causas más frecuentes son:
- La predisposición genética (nuestros genes determinan la carencia de determinadas proteínas y lípidos en la piel que no se pueden reponer con la alimentación).
- Una alimentación inadecuada con baja hidratación y pobre en vitaminas o nutrientes esenciales.
- La edad.
- Factores externos como la radiación solar excesiva, el clima seco o la contaminación.
- Determinadas enfermedades como el hipotiroidismo o la dermatitis atópica.
- Algunos tratamientos, sobre todo oncológicos (fármacos, radioterapia).
¿Qué productos no deben faltar en el cuidado de mi piel seca?
Aquí tienes una lista de los productos esenciales y recomendaciones de uso que debes tener para los cuidados de tu piel:
- Emplea preferiblemente geles de baño o aceites de ducha suaves, sin agentes tensioactivos agresivos que arrastren la grasa natural de la piel.
- Busca un champú equilibrante, adecuado para tu tipo de cabello pero que no reseque el cuero cabelludo.
- Usa cremas hidratantes corporales de calidad que reparen el manto lipídico, proporcionen elasticidad a la piel y la reparen de las agresiones que la resecan como el sol y la contaminación. Hay diferentes texturas que puedes adaptar a tus necesidades (crema, leche, bálsamo, etc)
- Limpia la piel de tu cara a diario con agua micelar o jabones suaves que no la resequen
- En la cara debes utilizar cremas faciales adecuadas para tu tipo de piel. Recuerda que las cremas muy grasas pueden producir un acné cosmético por oclusión de los poros de la piel.
- Los labios y la nariz son una parte importante de nuestra piel. Hidrátalos a diario con un buen bálsamo reparador de labios y nariz.
- No te olvides de hidratar la piel de las manos. Las manos están expuestas a todas las sustancias que tocamos y los lavados repetidos que alteran la barrera lipídica.
- Utiliza un bálsamo reparador para los pies que elimine las consecuencias de la fricción de los zapatos y prevenga la aparición de fisuras e infecciones.
¿Qué cuidados debo tener para la piel seca?
Aquí tienes nuestras sugerencias:
- Elige cremas hidratantes con las siguientes características:
- No deben tener conservantes perjudiciales para la salud.
- No den alergia ni escuezan.
- Sean cosméticamente agradables (es decir, no son pegajosas, se absorban bien, no huelan raro ni cambean de color cuando llevan días abiertas).
- Bebe líquidos abundantes y haz una dieta sana y variada en la que haya alimentos de alto contenido en vitamina C, ácidos grasos omega y betacarotenos (frutas, verduras y pescado azul).
- Los baños o las duchas con temperatura elevada (>42 ºC), muy frecuentes o muy prolongados favorecen la aparición de sequedad cutánea.
- Hidrata tu piel inmediatamente después de salir del baño o la ducha para que haga un “efecto sellado” y conserve la humedad. Pero utiliza un producto adecuado, ya que la vaselina o cremas excesivamente grasas pueden producir ocluir las glándulas del sudor y el folículo del pelo, provocando la aparición de granos de sudor (sudamina) y foliculitis.
- Hidrata la piel de todo el cuerpo, no sólo las zonas que se ven: conseguirás tener un aspecto saludable y juvenil.
Mantén las rutinas diarias de higiene e hidratación durante las cuatro estaciones del año, pero hazlo particularmente en el verano.