Cómo cuidar tu piel del uso continuado de mascarillas

La situación epidemiológica que estamos viviendo en los últimos meses nos ha obligado al uso continuado de mascarillas. Esto está teniendo un efecto en la piel de la población, aumentando los casos de acné, irritaciones y empeoramiento de algunas patologías de la piel.

Por qué tenemos que usar mascarillas

Estamos atravesando una situación epidemiológica excepcional provocada por el Coronavirus, un virus muy contagioso para el que no disponemos de vacuna actualmente. 

La principal vía de transmisión es por vía respiratoria y el uso de mascarillas es imprescindible para disminuir el doble riesgo de contagio; por un lado, las personas infectadas pueden diseminar el virus, y por el otro, las personas sanas pueden inhalar los virus cuando están cerca de las personas contagiadas. 

Existen distintos tipos de mascarillas, ya sean de tela, quirúrgicas y FFP2, cada una de las cuales tiene diferente capacidad de filtrar las secreciones respiratorias. No olvides que todas tienen una efectividad limitada y necesitas cambiarlas cada cuatro horas si usas una mascarilla quirúrgica y cada 3 días si usas una FFP2. 

Cómo afecta el uso de la mascarilla a la piel de mi rostro

Las mascarillas recubren la boca y la nariz, dificultando la inhalación y la eliminación del aire que respiramos. Las dificultades para inhalar aire fresco pueden producir sequedad de la mucosa nasal y sensación subjetiva de falta de aire. 

Por otro lado, la retención del aire húmedo, caliente, y con gran cantidad de bacterias de la boca bajo la mascarilla puede obstruir el orificio foliculosebáceo (lo que denominamos “el poro”) y alterar la microflora normal de la piel. 

Por otra parte, el roce continuo de la mascarilla sobre la piel produce la aparición de irritación en las zonas de fricción.

Las personas con la piel sensible o con tendencia a padecer dermatitis atópica, dermatitis seborreica, acné o rosácea facial pueden haber notado un empeoramiento de sus enfermedades. Estas personas deben utilizar cremas hidratantes adecuadas y aplicar los tratamientos habituales (o buscar el consejo del dermatólogo para tratarlas).

Qué es el maskné o maskacné

Desde el inicio de la pandemia ha aumentado mucho el número de pacientes que consultan por acné en la cara, fundamentalmente en la zona cubierta por la mascarilla. ¿Es culpable sólo la mascarilla o existen otros factores desencadenantes? 

El acné es un proceso complejo en el que intervienen distintos mecanismos de producción, como por ejemplo la oclusión de los poros (que produce la aparición de comedones y espinillas) y la inflamación del aparato pilosebáceo (que se traduce en granos rojos y de pus e incluso nódulos inflamados por debajo de la piel).  

Como hemos comentado antes, la humedad, el calor y los restos bacterianos del aire que exhalamos quedan retenidos bajo la mascarilla y contribuyen a obstruir el poro de la piel y desequilibrar la flora normal de la piel, desencadenando estos procesos. Sin embargo, el acné no es un problema de higiene y el lavado reiterado de la piel no sólo no es suficiente para eliminar el acné sino que puede empeorar el problema

Es interesante destacar el considerable número de adultos que están sufriendo brotes de acné durante estos meses. Es bien conocida la relación entre acné y estrés, por lo que es posible que las preocupaciones laborales, familiares y personales jueguen un papel importante en el aumento de la incidencia del denominado acné tardío o acné del adulto

Cómo tratar el maskné o maskacné

  • Mantén tus rutinas de higiene, pero no te laves la piel del rostro más de lo necesario. Utiliza productos especialmente indicados para la piel acneica y recuerda que un lavado demasiado enérgico, muy frecuente o con productos agresivos puede empeorar el acné.
  • Hidrata tu cara con productos especiales para piel sensible de textura fluida. Las cremas grasas contribuyen a la oclusión del poro, y lo hacen aún más bajo condiciones de calor y humedad.
  • Sustituye tu mascarilla con la frecuencia necesaria. El uso prolongado disminuye su eficacia y aumenta la humedad y el calor que deteriora nuestra piel.
  • Si tienes picor o molestias, debes evitar manipular tus lesiones bajo la mascarilla. Ten en cuenta que la zona acumula una gran cantidad de microorganismos.
  • Si tienes lesiones inflamadas (granos rojos, de pus o muy inflamados) consulta con tu dermatólogo. Puedes requerir un tratamiento específico y corres el riesgo de sufrir cicatrices permanentes si lo demoras.

Sigue estos consejos y protege tu piel del acné provocado por el uso continuado de la mascarilla.