El acné es un proceso multifactorial, es decir, hay distintos factores que lo inician, lo prolongan y lo agravan.
El tratamiento depende de la morfología predominantes de los granos (puntos negros, espinillas, pústulas, pápulas rojas, nódulos inflamatorios o quistes profundos), y del número de lesiones pueden ser pocas, en número moderado o muy numerosas.
La aparición de cicatrices tras las lesiones es otro factor importante a la hora de decidir el mejor tratamiento. La elección del tratamiento tópico u oral (o ambos) necesita valoración médica.