Cómo elegir correctamente los jabones y emulsiones con los que bañas a tu bebé

bañar bebé
La hora de bañar a tu bebé puede ser el momento más especial del día. Te contamos cómo elegir los productos que utilizar para disfrutarlo al máximo.

La hora del baño suele ser un momento especial de la rutina de los bebés y de sus padres. No solo es cuestión de higiene, sino que se convierte a menudo en un momento de relax y de refuerzo de vínculos entre ellos. Por eso, es importantísimo saber cómo elegir los productos adecuados para que su delicada piel no resulte agredida, sino todo lo contrario. Te contamos cómo hacer la elección más adecuada.

En primer lugar, vamos a repasar los consejos básicos que debes seguir a la hora de bañar a tu bebé:

  • No es preciso que bañes al bebé todos los días, es suficiente con que le limpies a diario los genitales, las manos, la cara y los pliegues del cuello, los brazos y las piernas.
  • Es importante que controles la temperatura del agua al bañar al bebé. Como su piel aún no regula bien la temperatura, debe estar a 36-37ºC. Comprueba que la habitación se encuentre entre 20 y 25ºC.
  • No te extiendas mucho con el baño. 5 minutos es un tiempo adecuado.
  • Aplica el jabón con una esponja muy suave o con tu propia mano. Para limpiarle los ojitos y las orejas, puedes usar una gasa humedecida sin jabón.
  • Para limpiar el culito, recuerda que debes hacerlo siempre de delante hacia atrás.
  • Una vez limpio, acláralo bien. Usa la mano para echarle agua y puedes dejarle que juegue un poco.
  • Envuélvelo en una toalla para sacarlo y sécalo a suaves toques, sin frotar, asegurándote de que las zonas con pliegues se queden bien secas.

¿Cómo debe de ser el jabón para bañar al bebé?

En primer lugar, deben utilizarse jabones o geles específicos para bebés, pues su piel tiene características diferentes a las de los adultos y los productos de limpieza deben estar adaptados a esas características distintas.

Elegiremos un producto que no contenga detergentes agresivos, es decir, un syndet. Estos productos eliminan la suciedad al mismo tiempo que son respetuosos con la piel, de manera que arrastran la suciedad sin eliminar el manto hidrolipídico, o eliminando la menor cantidad posible.

Otra característica importante es que tengan un pH ácido, próximo a 5.5. Este es el pH más adecuado para un bebé pues, durante las primeras semanas de su vida, la piel es algo más básica de lo habitual y gracias al pH algo más ácido del jabón estaremos ayudando a que la piel esté más protegida frente a los agentes externos.

Es conveniente que incluya activos sobreengrasantes, es decir, que aporte lípidos como los que forman parte de la piel, que en el caso de los bebés son más escasos porque su piel aún no está completamente estructurada.

Para la limpieza de la cabeza y el cabello opta por jabones líquidos o por champús suaves, que faciliten la retirada de la costra láctea y del sebo que los primeros meses suele acumularse en su cabeza, pero que no le causen picor en los ojos.

¿Por qué usar una emulsión para después de bañar al bebé? ¿Cuáles son las mejores?

Al limpiarnos la piel, y aunque hayamos utilizado un jabón suave y adecuado a nuestras necesidades, siempre se produce una cierta “agresión”. Con la higiene retiramos, además de la suciedad, la polución, el sudor o el sebo, una parte de las sustancias que forman parte del film hidrolipídico que protege naturalmente la piel.

Por eso resulta imprescindible que, tras secar la piel después del baño, nos apliquemos una emulsión hidratante y/o emoliente que ayude a la recuperación del manto epicutáneo, reponiendo lípidos y aportando activos hidratantes. Especialmente si hablamos de la piel de los más pequeños, que ya es de por si pobre en lípidos.

Utiliza, preferiblemente con la piel aún un poco húmeda, leches, lociones, aceites o cremas que contengan lípidos de buena calidad como por ejemplo el aceite de almendras, la manteca de karité, el escualeno y ácidos grasos insaturados, además de activos altamente humectantes.

Las fórmulas más adecuadas incluyen también activos regeneradores, como la alantoína o el pantenol y protectores como la camomila.

Es muy recomendable, si puedes, que aproveches el momento de aplicación de la emulsión para dar al bebé un ligero masaje. Así, los activos hidratantes y nutritivos penetrarán mejor en su piel y crearás un momento de relajación y de mayor vínculo entre vosotros.

No te olvides de la hidratación de la cara del pequeño después del baño para reparar y proteger la zona. Hidrátala también antes de salir a la calle, sobre todo si hace frío. Estos productos deben contener, además de hidratantes y lípidos nutritivos, activos protectores de la piel frente a las agresiones ambientales.

Ahora que ya sabes cómo y con qué tipo de productos debes bañar y cuidar la piel de tu bebé, elige adecuadamente y disfruta de verle sano y feliz.