Cómo prevenir la aparición de brotes de dermatitis atópica en tu bebé

productos piel bebe
La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea de carácter crónico, inflamatorio y con un alto componente hereditario. Aprende cómo prevenir la aparición de brotes en tu bebé.

En este artículo, aprenderás cómo prevenir la dermatitis atópica en bebés, proporcionando consejos expertos sobre el cuidado de la piel, la dieta y la higiene para proteger la piel sensible de tu pequeño.»

La dermatitis atópica es una enfermedad cutánea de carácter crónico, inflamatorio y con un alto componente hereditario, por lo que padres con atopia tienen probabilidades de tener hijos con pieles atópicas. Si uno de los padres tiene atopia los hijos tendrán entre un 20-30% de probabilidad de desarrollarla, llegando hasta un 70% en caso de presentarla los dos padres.

Los primeros síntomas suelen aparecer generalmente entre los tres meses y el primer año de vida.

Si tu hijo/a lo sufre o simplemente quieres estar preparado para prevenir la dermatitis atópica en el bebé, te lo contamos todo a continuación.

Qué es la piel atópica

La piel atópica es una piel en la que la estructura normal no se forma correctamente y por lo tanto tiene alterada la función de barrera protectora.

Estas pieles son mucho más permeables, dejan que sustancias que no deberían pasar al interior del cuerpo lo hagan y pongan en marcha el sistema inmunitario de defensa.

Además en esta patología existe una alteración del sistema inmunitario que reacciona de manera exagerada ante los estímulos, de manera que al juntarse el hecho de que sustancias externas sean capaces de atravesar la barrera cutánea y que el sistema inmunitario reaccione de manera exagerada ante ellas, da lugar a la aparición de todos los síntomas asociados a la atopia.

Síntomas de la dermatitis atópica en los bebés

Los síntomas comunes de la dermatitis atópica en bebés son:

  • Irritación: prurito o picor muy intenso, síntoma principal que siempre está presente.
  • Sequedad extrema de la piel.
  • Inflamación.
  • Lesiones eccematosas.
  • Enrojecimiento.
  • También son muy frecuentes las lesiones producidas por el rascado y la sobreinfección de las mismas.
  • Picor: está siempre presente en una piel atópica y llega a ser tan intenso que puede impedir que el bebé duerma y/o descanse durante la noche, ademas de hacer que esté más irritable.

La zona de aparición habitual de las lesiones (eccemas, costras …) varía en función de la edad. Durante la lactancia son frecuentes sobre todo en las mejillas, pudiendo extenderse hasta la frente y el cuero cabelludo. En bebés un poco más mayores y niños las lesiones aparecen en la cara (mejillas y zona peri bucal), en el tronco y en los pliegues o cara interna de las articulaciones del codo y la rodilla.

Cómo puedes prevenir los brotes de dermatitis atópica de tu bebé

Al ser la dermatitis atópica una enfermedad crónica, es decir, que no se cura, el objetivo de los cuidados es prevenir que se origine un brote, intentando que el período sin brotes sea lo más duradero posible.

Para evitar los brotes se deben evitar aquellos factores que pueden causar el empeoramiento de la enfermedad y, además, seguir unos cuidados cosméticos diarios con el fin de que la piel se encuentre lo mejor posible.

Son factores a evitar:

  • El contacto de la piel del bebé con productos que puedan ser irritantes, como los productos químicos, los detergentes o algunos cosméticos.
  • Los potenciales alérgenos: por ello, es mejor que no esté en contacto con animales (aquellos que hayan provocado algún brote) y prescindir de las alfombras o las moquetas. Así mismo, se debe tener especial cuidado con los peluches.
  • Aunque sabemos que es muy difícil, es muy importante evitar que el bebé se rasque, mantenlo con las manos lo más limpias posibles y que las uñas no estén largas para que no se arañe ni se haga heridas. Además, utilizar un producto antipicor y antirascado ayudará a evitar las molestias de tu bebé.
  • Elige para él ropa de algodón, hilo o lino, que esté fresquito y a la hora de lavarla mejor no utilices suavizante.
  • Intenta que la casa esté fresca, con una temperatura no muy elevada y es muy recomendable airearla diariamente.

Respecto a los cuidados de higiene e hidratación diarios te recomendamos seguir estos consejos:

  • A la hora de la higiene, recuerda que no es imprescindible bañar a un bebé todos los días, cada dos días puede ser suficiente.
  • El agua debe estar tibia, ni fría ni muy caliente y el baño no debe durar más de 5 o 10 minutos.
  • Usa productos limpiadores suaves, sin detergentes, los llamados syndet, que resultan menos irritantes para su piel y siempre específicos para pieles atópicas.
  • Seca a tu bebé sin frotar su piel, suavemente a ligeros toques.
  • Con la piel aún un poquito húmeda, aplícale un producto hidratante y emoliente que le aporte los componentes que su piel atópica necesita. Deben contener activos antiirritantes, que alivien o calmen el picor o que reduzcan la inflamación, serán aún más efectivos para mantener su piel libre de brotes. Lo más importante es que sean productos 100% pensados para cuidar la piel atópica de tu bebé.
  • A la hora del cambio de pañal, usa pastas al agua específicas para su uso en las delicadas pieles de los bebés con dermatitis atópica.
  • Recuerda que los bebés no deben exponerse directamente al sol, pero como es imposible evitar por completo la radiación solar, debes aplicarle una multiprotección solar específica para niños con pieles atópicas.

Cómo tratar la dermatitis atópica de los niños

Cuando se produce un brote, además de los cuidados cosméticos preventivos, que debemos continuar aplicando pues harán que la piel del bebé este más confortable y menos molesta, puede ser necesario aplicar un tratamiento farmacológico que el pediatra o dermatólogo nos haya indicado. Habitualmente se trata de cremas o pomadas con corticoides que se deben aplicar solamente durante el brote y siempre bajo recomendación médica.

También existen productos cosméticos indicados para ayudar al tratamiento prescrito por el médico. Se trata de productos intensivos que ayudan a disminuir la inflamación, la irritación y el riesgo de infección de las lesiones. Reestructuran la barrera cutánea y refuerzan la defensa natural de la piel.

También hay en el mercado productos específicos para aliviar el picor de las pieles atópicas que consiguen calmar de manera rápida y duradera el malestar que produce el prurito y de este modo prevenir al mismo tiempo el rascado y la aparición de infección de las lesiones.