¿Qué es la piel atópica? ¿Cómo cuidarla?

Piel atópica
La atopia es una condición hereditaria en la que se produce una reacción exagerada a alérgenos sobre todo a nivel respiratorio y en la piel. Si quieres saber cómo tratarla, sigue leyendo…

Para empezar, ¿qué es la piel atópica? La atopia es una condición hereditaria en la que se produce una reacción exagerada a alérgenos sobre todo a nivel respiratorio y en la piel.

La dermatitis, también llamada eccema atópico, es la manifestación en la piel de la atopia. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica que se presenta en brotes con periodos de mejoría entre ellos.

Los síntomas más frecuentes de la piel atópica son:

  • Sequedad y tacto áspero de la piel
  • Intenso picor de piel que puede llegar a alterar el sueño, afectando a la calidad de vida
  • Lesiones con inflamación y enrojecimiento
  • Aparición de placas con descamación
  • Lesiones exudativas
  • Lesiones debido al rascado

La dermatitis atópica es una patología bastante frecuente en la infancia, pudiendo afectar a uno de cada cinco niños. Aparece normalmente en el primer año de vida, desapareciendo espontáneamente entre un 50-70% al llegar la adolescencia. La incidencia en el adulto es, aproximadamente, entre un 3-5% y se ha visto aumentada en los últimos años.piel atopica hereditaria

Uno de cada siete niños será atópico si uno de sus padres lo es, y uno de cada tres si los son ambos padres. 

La zona de aparición de los placas eccematosas varía con la edad, en los bebés aparecen principalmente en cara, cuello, tronco y manos, mientras que en niños mayores y adultos lo hacen sobre todo en manos, pies y pliegues de los codos y las rodillas.

Es una enfermedad de origen multifactorial (es decir, que tiene varios orígenes). Existe una desestructuración en la piel, un sistema inmune hipersensible y un microbioma desequilibrado. La alteración en la función barrera vuelve la piel más permeable dejando pasar agentes externos (como alérgenos y/o microorganismos) provocando irritación.

La predisposición genética junto con factores ambientales (como el calor, productos pro-irritantes, el sol…) pueden ser desencadenantes de un brote.

Consejos para prevenir los brotes

  • Mantener las uñas cortas y limpias para evitar que durante el rascado se produzcan lesiones e infecciones.
  • En el ambiente y el hogar, mantener una temperatura y humedad constantes ventilando diariamente. Se debe evitar el uso de alfombras y peluches que faciliten la acumulación de polvo.
  • Utilizar ropa de algodón y lino, no ceñida (incluida la ropa de cama) que facilite la transpiración. Al lavar la ropa, debe aclararse bien y no utilizar suavizantes y lejías.
  • Procura estar atento, quizá haya algún alimento actúe como desencadenante.

Cuando se produzcan los brotes será necesario que sigas el tratamiento que te haya pautado tu médico. Durante el brote es muy importante acompañar el tratamiento con los productos emolientes adecuados.

Una vez que remita el brote, para espaciar el tiempo entre ellos, es importante tener una rutina de cuidado diario y constante con productos específicos para la higiene y la emoliencia, que calma y repara la piel. Te aconsejamos que sigas estas recomendaciones:

  • Usa un limpiador suave, tipo syndet, y agua tibia para la higiene diaria.
  • Seca la piel sin frotar, a toques con la toalla o usa albornoz.
  • Hidrata la piel con un producto adecuado que te aporte las sustancias específicas que necesita tu piel atópica.
  • Usa siempre una multiprotección específica que proteja tu piel atópica del sol y otros agentes externos (arena, sudor cloro, polución).

Te hemos dado las claves, pero ahora eres tú quien necesita estar pendiente de todos los cuidados que requiera tu piel. Consulta con tu médico cualquier tipo de duda.