Los tipos de infecciones en la piel más comunes

infecciones piel
Las agresiones externas y la entrada de microorganismos pueden dar lugar a infecciones en la piel. Descubre las más comunes.

Lo primero que debes saber es que, sobre la epidermis (la capa más superficial de la piel) se sitúa el manto epicutáneo. Se compone de la mezcla de las secreciones grasas de las glándulas sebáceas, las secreciones acuosas de las glándulas sudoríparas, restos de células muertas de la epidermis y por el microbioma cutáneo. 

El manto epicutáneo una sustancia que actúa a modo de crema natural de la piel.

Es decir, es el conjunto de los microorganismos inofensivos, o incluso beneficiosos (lo que conocemos como flora saprófita), que viven en nuestra piel.

¿Cuáles son los síntomas de las infecciones de la piel?

Las infecciones de la piel son, generalmente, leves, muy frecuentes y con buen pronóstico. Sus síntomas más habituales son el enrojecimiento y el hinchazón, a veces con picor en la piel y dolor. En algunos casos la infección puede ser grave y/o dispersarse por todo el cuerpo llegando incluso a la sangre.

Tipos de infecciones

Las infecciones en la piel podemos clasificarlas dependiendo del microorganismo que la produzca. De tal manera, existen, por ejemplo, infecciones fúngicas, virales o bacterianas.

Infecciones fúngicas:

Son las causadas por hongos. Habitualmente son localizadas y no suelen ser graves. Las más comunes son:

  • Candidiasis: causada por levaduras del género cándida, normalmente ocasionadas por la especie Cándida albicanses, la infección por hongos más frecuente. Pueden ser superficiales afectando a la piel y/o mucosas, infectar a nivel sistémico o ser parte de un cuadro sistémico.
  • Tiña: también conocidas como dermatofitosis, son causadas por hongos dermatofitos. Pueden aparecer en los pies como el pie de atleta, en las uñas, en el cuero cabelludo
  • Pitiriasis versicolor: es una infección superficial causada por una disbiosis o desequilibrio de la flora cutánea, debido a un crecimiento exagerado de levaduras del género Malassezia.

Infecciones virales:

Son causadas por virus y, si solo afectan a la piel, suelen ser benignas. Algunas de las más habituales son:

  • Varicela/Herpes zóster: el virus que produce ambas patologías, en un principio, da lugar a la varicela, pero puede quedar latente y reactivarse tiempo después para producir herpes zóster.
  • Herpes simple: afecta normalmente a la zona de alrededor de la boca. Una vez contagiados el virus se mantiene latente y reaparecen los síntomas cuando hay algún tipo de estrés: infecciones respiratorias, exposición al sol o a climas extremos, emociones intensas, falta de sueño, etc.
  • Molusco contagioso: esta infección viral es más común en niños (aunque puede afectar también a los adultos) causada por virus de la familia poxvirus (concretamente Molluscipoxvirus).
  • Verrugas víricas: están causadas por la proliferación en la piel y/o mucosas del virus del papiloma humano (HPV)

Infecciones bacterianas:

Se producen por bacterias y son las infecciones más frecuentes.

  • Celulitis: médicamente se llama celulitis bacteriana a la infección profunda de la piel causada por Streptococos del grupo A, causando enrojecimiento, dolor e inflamación. Lo que comúnmente conocemos como celulitis (piel de naranja) no es en realidad una infección.
  • Impétigo: es una infección superficial de la piel causada generalmente por el Staphylococo Aureus. Es muy común en los niños menores de 6 años.
  • Foliculitis / Forunculosis: infección del folículo piloso producida normalmente por Staphylococo Aureus. Se llama foliculitis si la infección es superficial y forunculosis si es más profunda y afecta también a las zonas contiguas al folículo.
  • Sobre-infección S. aureus en dermatitis atópica: aproximadamente 90% de los pacientes con dermatitis atópica presentan colonización por S. aureus lo que puede acentuar el proceso inflamatorio, el picor y la irritación.

¿Por qué se producen las infecciones de la piel?

Una limpieza inadecuada, la humedad, el uso de tratamientos antibióticos, los cambios climáticos, etc., pueden causar la alteración del microbioma normal de nuestra piel. 

Factores de riesgo como padecer diabetes, dermatitis atópica, psoriasis, inmunodeficiencias o hemodiálisis favorecen la adhesión y multiplicación de los patógenos.

Si la piel está sana y adecuadamente cuidada, cumple de forma correcta la función de barrera protectora, pero cuando existe algún desequilibrio, o nos hemos hecho alguna herida, se facilita el acceso de los microorganismos al interior, produciéndose así la infección

Merece la pena que prestes atención a los productos que utilizas para la higiene y cuidado de tu piel, eligiendo aquellos que no alteran y refuerzan las defensas naturales de la piel, porque esa es la manera más sencilla de prevenir posibles infecciones.