Cuida tu piel con estos sencillos trucos

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Si a veces olvidas la importancia de cuidar tu piel a diario, aquí te contamos algunos trucos para hacerlo correctamente.

A lo mejor no piensas en ella de ese modo, pero la piel también es un órgano, en concreto, el más grande de tu cuerpo. Además, es el único que está en contacto directo con el exterior continuamente. Nos protege del ambiente externo, del aire, de los cambios climatológicos, de los microorganismos y es impermeable, de manera que no deja que nada entre al interior, ni que nada salga. Es por eso, que es esencial que cuidemos nuestra piel.

La piel es un órgano muy importante para nuestra salud y bienestar, pero en muchas ocasiones no la cuidamos con el cariño que se merece.

Para que no te olvides de su importancia, vamos a darte unos consejos para que aprendas a cuidar tu piel: la facial y la corporal.

Limpieza diaria

Sin una limpieza adecuada, los poros pueden obstruirse y los productos cosméticos que apliquemos no podrán actuar adecuadamente, por lo que no resultarán eficaces.

Es muy importante retirar a diario los restos de sebo, suciedad, polución, productos aplicados y los propios productos de deshecho de la piel.

En la piel del rostro te recomendamos que realices la limpieza dos veces al día, mañana y noche. Utiliza productos adecuados a tu tipo de piel (seca, normal, mixta o grasa) y a sus necesidades.

En cuanto a la limpieza corporal con una vez al día suele ser suficiente, pues no está tan expuesta al medio. Los productos de limpieza corporal deben ser suaves, mejor tipo syndet y con un pH adecuado que no modifique el de la piel sana.

Hidratación diaria

Para que la piel esté sana y pueda realizar todas sus funciones es imprescindible que esté correctamente hidratada.

Utiliza sérums y cremas adecuadas a las características de tu piel dos veces al día, que cubran sus necesidades tanto de agua como de lípidos. A la hora de aplicarlas lo ideal sería hacerlo al tiempo que realizamos un pequeño masaje con ambas manos.

No todas las zonas de tu piel tienen las mismas características y por eso los productos deben adaptarse a la zona. Así, la piel del cuerpo es generalmente más seca que la de la cara, la piel de la zona del contorno de ojos o la de los labios son muchísimo más finas y delicadas que la del resto del rostro, etc.

Contorno de ojos

Es una zona con una piel mucho más sensible, fina y delicada, así que necesita cuidados con productos específicos. Debes aplicarlos dos veces al día, a suaves toques con los dedos por encima del hueso orbital.

Labios y nariz

Los labios son una de las zonas más olvidadas del rostro y sólo nos acordamos de ellos cuando se agrietan y nos molestan.

Dentro de la rutina diaria debes incluir la hidratación de los labios con un producto balsámico y reparador. En invierno, cuando hace frío, o si tienes resfriado, aplica el bálsamo también en la zona nasal para prevenir irritaciones.

Pies, codos, rodillas, etc

Al ser las zonas con la piel más gruesa tienden a la sequedad extrema, por esos debemos hidratarlas con más frecuencia con productos ricos en activos hidratantes y nutritivos.

Protección solar

Debe emplearse a diario, en verano y en invierno, no sólo cuando vayas a la playa. Utiliza un producto con un índice de protección alto y una textura que te resulte cómoda y se adapte a tu ritmo de vida, para que no te resulte difícil incorporarlo a tu rutina diaria y aplicarlo regularmente.

El sol afecta a tu piel continuamente y puede provocar manchas, quemaduras, envejecimiento prematuro. Además, aumenta el riesgo de sufrir cáncer en la piel, así que saltarte este paso no es una opción: está en juego tu salud

Cuidados semanales

Como complemento a los cuidados de la rutina diaria, debemos realizar una rutina semanal que incluya:

Exfoliación

La frecuencia de uso de un exfoliante depende del tipo de piel. Para pieles secas puede ser suficiente con una vez a la semana o cada dos semanas, pero en las pieles más grasas resulta adecuado aumentar la frecuencia a dos veces por semana.

La exfoliación es necesaria para ayudar a la piel a renovarse al eliminar las células muertas de la epidermis.

Mascarillas

Las mascarillas se deben usar una o dos veces a la semana, preferiblemente tras la exfoliación. Con ellas aportas a tu piel un cuidado intensivo de acción profunda según tus necesidades o preocupaciones. Pueden ser limpiadoras, hidratantes, reafirmantes, exfoliantes, iluminadoras, despigmentantes, calmantes, etc.  

Alimentación y otros hábitos saludables

Beber suficiente agua y llevar una alimentación saludable, rica en frutas y verduras que te aporten adecuadas cantidades de vitaminas y antioxidantes, hará que tu piel se vea mucho más hidratada y luminosa.

También influyen en el aspecto de tu piel, empeorándola en este caso, ciertos hábitos tóxicos como el consumo de alcohol o el tabaco.

Nuestro cuerpo está preparado para realizar ciertas acciones durante el descanso nocturno, la regeneración de la piel es una de ellas. Por eso, dormir suficiente, además de proporcionarte un aspecto más descansado, también hará que tu piel se vea más radiante y bonita.

¡Siguiendo estos consejos y trucos conseguirás una piel sana y resplandeciente!