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Deporte exterior, ¿cómo cuido mi nariz y labios?

Hay quienes dicen que no hay clima perfecto, sino equipamiento adecuado, y esto aplica también al cuidado de tus labios cuando haces deporte al aire libre. Con el cambio de estación, las condiciones ambientales pueden variar drásticamente durante tus entrenamientos.

Pasar de una mañana fresca a un mediodía soleado o a un día húmedo y ventoso pone a prueba la resistencia de tus labios. Sea cual sea el deporte que practiques, tus labios necesitan una atención especial.

¿Cuáles son los enemigos de tu nariz y labios?

A continuación, analizaremos cómo los cambios del tiempo afectan a tus labios mientras practicas deporte y qué puedes hacer para protegerlos sin sacrificar tu rendimiento. ¡Cuidar tus labios también forma parte de cuidarte como deportista!

Deshidratación durante el ejercicio

Cuando entrenas, tu cuerpo pierde agua a través del sudor y la respiración acelerada. Esto es aún más pronunciado en días cálidos o en entrenamientos intensos. Cada vez que exhalas por la boca, se escapa vapor de agua. Es algo completamente natural, aunque hay que tenerlo en cuenta.

La deshidratación interna se traduce rápidamente en sequedad externa: tus labios pueden empezar a sentirse secos a mitad del ejercicio, especialmente si no estás reponiendo líquidos.

El viento acelera la sequedad

Moverse a velocidad, ya sea corriendo, en bicicleta o esquiando, expone tus labios a la corriente de aire constante. Si además tienes viento en contra, el efecto se acentúa todavía más.

Además, el viento frío de los cambios de tiempo propios de la primavera y el otoño evapora la humedad de tus labios en tiempo récord. Incluso en días templados, la brisa generada por tu propia marcha tiene un efecto secante.

Agua, cloro y sal: la trampa de los deportes acuáticos

¿Practicas natación, surf o triatlón? En teoría, unos labios rodeados de agua no deberían resecarse… ¿Verdad? Sentimos decirte que sucede todo lo contrario: El cloro de las piscinas es conocido por su efecto resecante en piel y cabello, y los labios no son la excepción.

En el mar, la sal marina extrae la humedad natural de la piel y deja los labios salitrosos y resecos. Además, el sol reflejado en el agua impacta directamente en tu rostro, aumentando el riesgo de quemaduras si no llevas protección.

Fricción de ropa y accesorios

Al hacer deporte, solemos equiparnos con diferentes accesorios: cascos, bufandas, cuellos térmicos, pañuelos, etc. Aunque utilices el último modelo fosforito de esa marca que tanto te gusta, el accesorio puede rozar repetidamente la zona de la boca.

Esta fricción continua puede irritar la piel y contribuir a la descamación. Si tus labios ya están secos, el roce puede agravar pequeñas fisuras.

Sudor, manos y bacterias

Mientras entrenas, es normal tocarte la cara para secar el sudor o acomodar tu equipamiento. Si te pasas la mano (o la muñeca, o la camiseta) por la boca para limpiarla, podrías estar arrastrando suciedad y bacterias a una piel que, al estar reseca, es más vulnerable.

Esto puede provocar desde granitos en el contorno de labios hasta infecciones si hay grietas. Durante el deporte, tus defensas están concentradas en el esfuerzo físico, y quizás no atienden igual de bien una pequeña herida, aumentando el riesgo de infección.

Protección frente al viento, el sol y la deshidratación

Parece que hemos planteado que hagas lo que hagas, tendrás unos labios expuestos al roce y a la sequedad, pero no es así. Conocer los problemas es el primer paso, ahora toca saber cómo prevenirlos. Y es más sencillo de lo que parece.

  • Hidratación constante: la hidratación interna es fundamental. Bebe agua antes, durante y después del ejercicio. No esperes a tener sed para hidratarte, piensa que estás perdiendo líquidos igualmente.
  • Protege tus labios con bálsamo: aparte de una botellita, contar con un bálsamo labial como los de LETIBalm debe formar parte de tu arsenal para cuidar tus labios y nariz. Aplícalo unos minutos antes de empezar a entrenar, de forma que haya creado una barrera protectora cuando inicies la actividad.
  • Después del ejercicio: ¿has terminado el entreno? ¡Genial! Pero el cuidado no acaba ahí. Después de ejercitarte, lava tu rostro con agua tibia, incluyendo los labios, para quitar restos de sudor, sal u otras sustancias.

    Para hacerlo, seca con una toalla limpia dando suaves toques y aplica un bálsamo labial reparador para reponer la humedad perdida y ayudar a que la piel se regenere.


Tu rutina de cuidados: antes, durante y después del entreno

Las rutinas de ejercicio tienen sus fases: hay una etapa de preparación, un momento de intensidad y un final de descanso o recuperación. Cuando hablamos de rutina labial, nos pasa lo mismo. A continuación, vamos a ver cómo cuidar tu nariz y labios en las distintas etapas del entrenamiento.

Antes de la actividad: el calentamiento

Del mismo modo que incluyes unos estiramientos, incluye a tus labios en el calentamiento, por así decirlo. Unos 10-15 minutos antes de salir, aplica un bálsamo labial abundante. Así le das tiempo a que se absorba ligeramente y forme una capa protectora.

Si vas a un medio acuático, este paso es imprescindible para que se incorpore bien antes del contacto con cloro o sal. Para climas fríos, puedes incluso «sobrecargar» un poco: pon una capa gruesa estilo mascarilla para que actúe mientras llegas a tu lugar de entrenamiento.

Durante la actividad: mantenimiento rápido

En ejercicios de corta duración (menos de 1 hora) probablemente no necesites reponer el bálsamo hasta el final. Pero en actividades largas, es bueno hacer pit stop de labios. Si corres una media maratón, lleva un bálsamo pequeño y úsalo a mitad de carrera si sientes los labios secos.

Para deportes de montaña o trail, donde quizás haces pausas para descansar o admirar el paisaje, vuelve a aplicar el protector labial cada cierto tiempo. Esto fortalecerá la barrera protectora.

Después del ejercicio: recuperación

También conviene hidratarse bien bebiendo agua o bebida isotónica tras el ejercicio, lo cual beneficiará a la rehidratación general de la piel.

Si entrenaste bajo el sol, asegúrate de aplicar bálsamo varias veces durante el resto del día, ya que a veces la quemadura o sequedad aparece horas después. Y si notas alguna zona muy irritada, puedes usar un poquito de crema con aloe vera o similar para calmar.

Adaptar tu cuidado labial al deporte al aire libre y al cambio de estación te permitirá seguir disfrutando al máximo de tu actividad favorita sin contratiempos. Tu rendimiento seguirá en alza y tu nariz y labios te lo agradecerán.

Si te ha parecido útil este artículo, no olvides visitar nuestro blog Dermipedia de LETI Pharma Dermatología para más contenido sobre cuidado de la piel y consejos. ¡Sube el listón protegiendo tu nariz y labios!

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