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La importancia de cuidar los labios cada día
Del mismo modo que cuidamos de nuestro cuerpo, también deberíamos cuidar de los labios cada día: son especiales por diversos motivos, además de ser un pilar esencial en la belleza de nuestro rostro. A continuación, destacaremos la importancia de tenerlos presentes en nuestra rutina y cómo puedes prestarles la atención que merecen.
¿Por qué es tan especial la piel de los labios?
Empecemos por lo más evidente: la piel de tus labios no es la misma que el resto de tu piel. A diferencia de otras zonas del cuerpo, no tienen glándulas sebáceas, que se encargan de producir aceites naturales para mantener la hidratación.
Esto significa que, por sí solos, tus labios no pueden generar una barrera protectora contra factores externos. Además, la piel de los labios es extremadamente delgada (hasta cinco veces más fina que la del rostro), por lo que son todavía más propensos a deshidratarse o agrietarse.
¿Cómo sé si tengo labios descuidados?
Los labios hablan (nunca mejor dicho) y cuando necesitan ayuda, lo sabrás por cómo se comportan. Son problemas que no solo afectan la estética, sino que también pueden causar molestias, ardor e incluso dolor:
- Aparición de grietas: Si tienes heridas que no sanan en unos días, podría ser señal de deshidratación o una alta exposición a agentes externos. Los labios que no se hidratan adecuadamente también perderán su suavidad natural.
- Hinchazón o picor constante: podría tratarse de alergia a algunos productos como fragancias añadidas algunos productos labiales, o dermatitis. La exposición al clima y sus cambios o el uso de productos irritantes puede empeorar esta condición.
Rutina diaria para cuidar tus labios
Tener un buen cuidado labial no requiere de muchas horas. Basta con integrar unos sencillos pasos en tu día a día para notar la diferencia:
- Hi-dra-ta-ción: cuatro sílabas muy poderosas. Usa un bálsamo labial LETIbalm, que contenga ingredientes humectantes para formar una capa protectora, evite la pérdida de agua y mantenga la suavidad.
- Exfoliar: Del mismo modo que lo haces con tu cuerpo, los labios también necesitan eliminar células muertas de vez en cuando. Una o dos veces por semana, usa un exfoliante suave para que tus labios luzcan más uniformes y receptivos a la hidratación.
- Evita los malos hábitos: no es solo lo que haces, sino lo que dejas de hacer. Cuidar de tus labios implica dejar de morderlos con los nervios, arrancar pieles o abusar de maquillajes mate ultra-secos.
Cuida tus labios con tus hábitos
Unos labios sanos no solo son consecuencia de su cuidado directo. Un truco muy sencillo no solo es hidratarlos a ellos, sino a ti. Y si quieres ponerle la guinda del pastel, puedes contar con un humidificador en tu entorno para evitar que se sequen.
El siguiente consejo ya lo habrás escuchado, pero es necesario repetirlo debido a su gran impacto en mantener la piel hidratada, protegida y regenerada: alimentación rica en vitaminas. Intenta incluir en tu dieta alimentos con vitamina E (aguacate, almendras), vitamina C (cítricos) y omega-3 (salmón, semillas de chía).
¡Ah! Importante: evita compartir productos labiales, ya que es una vía fácil de contagio de herpes u otras infecciones.
Cuidar tus labios no es un lujo, sino una necesidad. Además, es muy sencillo: con tener bálsamo a mano y dedicarles un poquito de atención, ¡ya lo tienes! Si te interesa saber más, no dudes en visitar el resto de contenidos de nuestro blog.
Tus labios te piden LETIbalm