Cómo cuidar las heridas en la nariz

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El frío, los resfriados, las alergias, la sequedad nasal… son frecuentemente causa de pequeñas heridas e irritaciones en la zona de la nariz. Te explicamos cómo cuidarte para que sane rápido.

Igual que ocurre con los labios, la nariz es una zona muy sensible y delicada y las irritaciones y heridas en ella son muy molestas. Tanto si son externas, como si son en la mucosa interna, las heridas en la nariz resultan dolorosas, producen mucha incomodidad, escuecen, hacen estornudar, etc.

Los pañuelos de papel resecan la nariz y empeoran la irritación.

Además, el uso de pañuelos de papel, que al ser de un solo uso resultan mucho más higiénicos, tiene el inconveniente de que resecan la zona y, con el roce en esa piel seca, favorecen la irritación, consiguiendo que el malestar empeore aún más.

¿Cómo puedes prevenir la aparición de las molestas heridas?

Es sabido que prevenir es siempre mejor que curar. Por ello debes tener cuidado si notas que el frío o el viento empiezan a afectar a tu nariz, estás resfriado o tienes alergia.

Si notas molestias, lo mejor es que empieces a cuidar la zona, utilizando algún producto reparador específico que proteja la piel, la hidrate y la ayude a recuperarse de la irritación.

¿Cómo puedes curarlas cuanto antes?

Si no has llegado a tiempo de prevenir y ya tienes una pequeña herida en la nariz, sigue estos consejos para curarla cuanto antes:

  • En primer lugar, debes mantener una buena higiene. Tanto de la zona de la herida en sí, como de las manos (el lavado de manos previene de posibles infecciones y de contagios). Lávate la zona con agua tibia y un jabón suave con un pH adecuado. Si la herida está dentro, usa suero salino para limpiar y después puedes utilizar un bastoncillo de algodón para retirar posibles restos de mucosidad.
  • En ocasiones, la herida puede llegar a sangrar, en ese caso, antes de lavar la zona hay que esperar a que deje de sangrar presionando suavemente con una gasa o un papel. Si la herida es interna, aunque te parezca que es lo más adecuado, no eches la cabeza hacia atrás, déjala recta, inclínate un poco hacia adelante y comprime por fuera.
  • Seca la zona. Hazlo con una gasa y a toques, sin arrastrar, para no causar más irritación.
  • Una vez seca la piel, es el momento de aplicar una crema o bálsamo nariz y labios reparador, humectante y/o cicatrizante.
  • No te toques la nariz durante el mayor tiempo posible, de manera ideal hasta que vuelvas a limpiar y aplicar el producto. A veces no es posible porque tienes que sonarte debido a la mucosidad o a los estornudos. En ese caso, intenta que la limpieza sea lo más delicada posible, mejor a suaves toques que arrastrando y apretando la nariz con el pañuelo.
  • Para evitar la sequedad es conveniente utilizar humidificadores, beber suficiente agua o infusiones. Incluso puede aliviarte aplicar un paño humedecido en agua caliente sobre la nariz.
  • Y, por último, aunque te resulte molesto, no te arranques la costra si se forma.
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¿Cuándo deberías preocuparte?

Consulta con tu médico, para que pueda valorar tu caso:

  • La herida es profunda.
  • Si está infectada.
  • Se inflama demasiado.
  • No notas mejoría, aunque hayas seguido estos consejos.

Cuida tu nariz, protégela de heridas e irritaciones… ¡y respira!