¿Labios secos y agrietados? ¡Cómo evitarlos!

Labios secos y agrietados
Uno de los cuidados más cotidianos de la piel es el de los labios. Descubre cómo cuidar de tus labios secos y agrietados de la mejor manera.

Uno de los cuidados más extendidos entre la población, es el de los labios. Y es que tanto niños como mayores, acostumbrados a cuidarse o no, han utilizado en más de una ocasión un bálsamo o producto reparador labial. Algunos, incluso será la única parte de su cuerpo que hidratan. ¿Aludidos en la sala?

La sequedad labial no es un problema grave, pero resulta poco estética y muy molesta. Además, si no tienes cuidado, esa sequedad en la piel de los labios puede dar paso a la formación de grietas que pueden llegar a sangrar o formar costras. Si llegas a ese punto hablar, comer e incluso sonreír, se va a convertir en toda una odisea.

¿Por qué se produce la sequedad en los labios?

La piel de los labios es mucho más delicada que la de otras partes del cuerpo, es junto con el contorno de ojos, una de las zonas de piel más fina y más desprotegida.

Además, no tiene melanina y posee menos cantidad de glándulas sebáceas que el resto de la piel, por lo que no puede protegerse tan bien del sol ni de otros factores ambientales como el frío, el aire, etc. Como además es una zona que está permanentemente expuesta y que no solemos cuidar hasta que ya notamos un problema, resulta muy común que esos factores provoquen deshidratación, sequedad, fisuras o irritaciones.

Fumar también puede ser la causa de lesiones en esta zona, pues el contacto continuo de la piel con el cigarrillo puede producir irritación y, ésta, llevar a la sequedad.

Por otro lado, hay enfermedades sistémicas, como las patologías autoinmunes o la diabetes, o incluso algunos medicamentos, como los que se utilizan para tratar el acné, que pueden provocar esta sequedad.

¿Cómo debemos cuidarnos los labios?

  • Bebe mucha agua para hidratar adecuadamente todos tus órganos, incluida la piel.
  • Cuida los labios y toda la zona de la boca con un bálsamo reparador e hidratante de manera habitual al igual que lo haces con la piel de la cara o con la del cuerpo. Estos productos también pueden incluir vitaminas, aloe vera u otros ingredientes activos reparadores. Si te cuesta acostumbrarte, asócialo a otro hábito que ya tengas creado, por ejemplo, después de cepillarte los dientes o antes de irte a dormir.
  • Protégelos del sol a diario, pero especialmente si vas a ir a la playa, la piscina o a practicar una actividad al aire libre. Muchos bálsamos labiales, barras de cacao y hasta algunas barras de labios de color incluyen filtros que protegen del sol, de manera que puedes protegerlos al tiempo que los hidratas.
  • Come más frutas y verduras para asegurar la cantidad necesaria de vitaminas que son esenciales para la piel.

¿Qué comportamientos o hábitos debemos evitar para cuidar nuestros labios?

En primer lugar, importantísimo, tienes que evitar estar continuamente humedeciéndote los labios.

Sí, es complicado, especialmente cuando los notas secos y tirantes. Pero lejos de lo que puedas creer, detrás del alivio a corto plazo que produce esta acción, lo que consigues es resecarlos aún más.

Procura no morderlos. En lugar de eliminar las áreas descamadas mordiéndolos, puedes prevenir: empieza a exfoliar tus labios con regularidad y evitarás que se te descamen. Morderlos puede irritarlos y resecarlos más y quitarte la piel con los dientes o con los dedos puede abrir grietas o heridas, agravando el problema.

Ahora que ya sabes cómo cuidarlos, dales el cariño que se merecen. Al fin y al cabo los necesitas para reírte con tus hijos, disfrutar de esa cena con amigos, presentar un proyecto en el trabajo… Se merecen un poquito de mimo, ¿no crees?