Descubre los problemas que pueden derivar de una higiene íntima incorrecta

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Una correcta higiene íntima es fundamental en el cuidado diario personal. Te contamos los problemas derivados de llevarla a cabo de manera incorrecta.

La higiene de la zona íntima debe formar parte de la rutina de limpieza diaria de cualquier persona. Al igual que todos los días limpias tus dientes o tu cuerpo, también es imprescindible que limpies correctamente tu zona genital.

Existe cierto desconocimiento de cómo se debe realizar correctamente la higiene de esta zona, pues todo lo relacionado con los genitales sigue siendo tabú en muchas culturas y sectores de la sociedad, por lo que con demasiada frecuencia es un tema del que directamente no se habla.

La mala o incorrecta higiene de la zona íntima está relacionada con ciertos problemas y provoca la aparición de algunas enfermedades. Como ves, no solo hablamos de un problema de higiene y cuidados, sino que puede terminar apareciendo un problema de salud.

¿Cuáles son los hábitos de higiene íntima correctos?

Lavado diario de la zona vulvar externa

La parte externa de los genitales es la que debe ser lavada a diario con agua y un producto específico. La parte interna no necesita que la limpiemos, nuestro cuerpo está preparado para mantener limpia y en buen estado esa zona gracias al sistema de defensa y a la acción protectora de la microbiota habitual de la zona vaginal.

El jabón que utilicemos para limpiar la zona externa no debe ser el mismo jabón que usamos para el cuerpo porque la piel de esta zona tiene unas características especiales que se deben respetar para no causar irritaciones, picores o sequedad.

Debe ser un producto con un pH adecuado para mantener la acidez que existe en esa zona y que sirve de protección natural contra infecciones. Además, será un producto que resulte suave con la piel sensible de nuestras partes íntimas y contenga activos protectores, hidratantes y calmantes.

Evita el uso de esponjas y aclara abundantemente

Para la limpieza de esta zona es mucho mejor que uses tu propia mano que una esponja. En las esponjas proliferan los gérmenes por la humedad que conservan. Además, limpiando con una esponja es más sencillo que se lleguen a producir roces o irritación.

Para una correcta higiene tendrás que aplicar el producto sobre la zona a limpiar previamente humedecida y aclarar abundantemente para evitar que queden restos de jabón que causen picores o irritación.

Sentido de la limpieza: de adelante hacia atrás

Tanto a la hora de realizar la higiene diaria, como cuando se trata de limpiarse después de ir al baño, es importantísimo que los movimientos sean siempre desde delante hacia atrás.

Si lo hacemos al revés, corremos el riesgo de arrastrar hasta la zona vulvar microorganismos presentes en el ano y sus alrededores. En el caso de que algún microorganismo alcanzase la vagina o la uretra, podría terminar causando una infección.

Las duchas vaginales no son una buena idea

Causan un desequilibrio en la flora bacteriana del interior de la vagina. Además, si existiese una infección, el chorro de agua podría empeorarla al arrastrar los microorganismos hacia el interior.

No uses desodorantes íntimos

Los desodorantes, toallitas y otros productos con perfumes o alcohol no están aconsejados en esta zona, pues pueden producen molestias e irritaciones.

¿Cuáles son las consecuencias de no tener una buena higiene íntima?

Entre los principales problemas que pueden derivar de una higiene incorrecta están:

  • Malos olores: son la consecuencia más evidente de la falta de higiene. No nos referimos al ligero olor que es normal que exista en la zona, sino a olores fuertes y muy desagradables.
  • Irritaciones vaginales: la falta de una higiene adecuada puede provocar la acumulación de sustancias irritantes en la zona que produzcan picor y malestar. El uso de productos inadecuados de higiene o abusar de cosméticos como desodorantes también puede ser causa de irritación.
  • Infecciones vaginales como la vaginosis: una de las causas de aparición de vaginosis bacteriana es la falta de higiene o una higiene incorrecta, aumentando el pH de la zona, provoca que las bacterias no adecuadas crezcan más rápidamente. También resulta perjudicial aplicar desodorantes y otros productos con activos irritantes o capaces de alterar el pH.
  • Infección de orina, cistitis: la mayoría de las veces la cistitis se produce por la llegada a la vejiga de bacterias del intestino grueso, como la E. Coli, que si se adhiere a las paredes y prolifera causa la infección. Una correcta limpieza de la zona, de adelante hacia atrás, con agua y un jabón suave que respete la microbiota, hará que esa llegada y crecimiento bacteriano resulten muchísimo más difíciles, evitando así la cistitis.

Ahora que ya sabes las consecuencias que puede tener una higiene inadecuada para tu salud íntima, te invitamos a que sigas nuestras recomendaciones, uses los productos adecuados y te evites molestias y problemas de salud.